Guardianes encaramados orgullosamente en sus caballos de la Camarga escoltan a un toro en un circuito de bucle. Dependiendo del número de porteros, la tarea puede ser más o menos difícil! Los jóvenes locales, corriendo detrás del grupo y tirando de la cola del toro para que se escape de su escolta... También sucede que el toro lo hace por su cuenta y compañía falsa al grupo. Por lo general, la multitud se apresura a un carro, a un muro bajo o detrás de una valla para salir del camino. Algunos de ida y vuelta, algunas escapadas... Un bello espectáculo taurino que tendrá lugar en muchos pueblos de la región hasta finales de septiembre..