Contaminación atmosférica
La contaminación atmosférica es un grave problema tanto en Hong Kong como en Macao. Ambas ciudades no sólo sufren las consecuencias de sus propias industrias, sino también de las megaciudades de China continental, sobre todo Shenzhen, ciudad de 12 millones de habitantes que limita con Hong Kong. Se calcula que alrededor de la mitad de la contaminación atmosférica de Hong Kong procede de fuentes exteriores al territorio. Aunque toda la región fue objeto de una fuerte industrialización en las décadas de 1980 y 1990, la situación alcanzó su peor momento a principios de la década de 2000, cuando tanto Hong Kong como Macao se vieron bañados con frecuencia por una nube de contaminación conocida como smog. Según el Observatorio de Hong Kong, en 2004 la visibilidad se reducía el 18% del tiempo. Ese mismo año, el territorio sufrió al menos 4.000 muertes relacionadas con la mala calidad del aire, un récord que se suma a las numerosas hospitalizaciones y enfermedades respiratorias como el asma. Además de las emisiones de las fábricas, los gases de escape de los vehículos, procedentes de una población demasiado densa, también degradan el aire de las localidades. Los vertidos de los barcos también están en el banquillo, ya que un estudio de 2021 de la ONG Clean Air Network concluyó que 385 muertes al año en Hong Kong eran directamente atribuibles a la degradación del aire causada por los barcos.
En marzo de 2013, el gobierno publicó el Plan de Aire Limpio para Hong Kong, que introdujo varias medidas para mejorar la calidad del aire y se renovará en 2035. El programa se centra en particular en la introducción de vehículos eléctricos privados en el territorio, así como en la conversión de la flota de taxis y autobuses a combustibles más limpios. También se exige ahora a los buques que utilicen combustibles bajos en azufre. Gracias a estas medidas, los niveles de determinados contaminantes en el aire se han reducido entre un 40 y un 50% entre 2010 y 2020. También se llevan a cabo periódicamente varias campañas de sensibilización, sobre todo para animar a la gente a utilizar el transporte público en la medida de lo posible. Como resultado, según la agencia de análisis de la calidad del aire IQAir, Hong Kong ha salido del grupo de los 50 países con el aire más contaminado del mundo. En 2023 ocupará el puesto 68, mientras que Macao estará en el 64.
Contaminación del agua
Tanto Hong Kong como Macao sufren un grave problema de contaminación del agua. Esto se debe a que grandes cantidades de aguas residuales y otros lodos industriales se vierten directamente en el Mar de China Meridional. Como consecuencia, no es aconsejable comer pescado del mar, aunque esto ocurre cada vez menos ya que los pescadores se ven obligados a alejarse mucho de la costa para llenar sus redes. En cuanto al baño, cada 15 días el gobierno publica un informe sobre los análisis de la calidad del agua para el público en general en el sitio webdel Departamento de Protección Medioambiental.
Gestión de residuos
La gestión de residuos es uno de los retos más importantes a los que se enfrentan Hong Kong y, en menor medida, Macao. Cada año, Hong Kong produce unos 5 millones de toneladas de residuos sólidos, y Macao 500.000 toneladas. Estas cifras tienden a aumentar a medida que se multiplica la población, pero también debido a los nuevos hábitos de consumo, en los que las entregas a domicilio son de rigor.
Hong Kong pretende tomar medidas contundentes para atajar el problema, y en 2021 adoptó el Plan de Residuos para Hong Kong 2035: una serie de acciones previstas hasta 2035. El objetivo es reducir la producción de residuos domésticos por persona en al menos un 40% para entonces. Para resolver el problema en su origen, el Gobierno introdujo una nueva solución en 2024: un sistema de tasas por residuos domésticos destinado a reducir la producción de residuos. Se cobrará a los residentes en función de la cantidad de residuos que produzcan. En 2020, como parte del programa, el Departamento de Protección Medioambiental de Hong Kong también introdujo un nuevo sistema de recogida de residuos, con 133 estaciones de recogida, algunas de ellas dedicadas al reciclaje.
En Macao, de momento, la situación de los residuos sigue siendo mucho más razonable, pero la producción sigue aumentando año tras año. El territorio favorece la incineración para el tratamiento, ya que el vertido no es una opción en una zona tan limitada. Sin embargo, la capacidad de incineración está alcanzando gradualmente sus límites, por lo que organizar una gestión de residuos más sostenible será pronto uno de los principales retos a los que se enfrente la región.
Zonas protegidas
Hong Kong es uno de los países asiáticos que más protege su territorio, con más del 40% de su superficie dedicada a zonas protegidas. El Wetland Park, por ejemplo, es un humedal de 60 hectáreas que alberga numerosas aves, insectos y plantas. Los visitantes pueden pasear por plataformas al borde del agua, pero también aprender más sobre la flora y la fauna en un centro de exposiciones. La Granja y Jardín Botánico de Kadoorie, por su parte, fue en su día una zona agrícola, pero ahora se ha convertido en un parque de conservación de la biodiversidad. Cuenta con invernaderos tropicales, huertos donde se estudian métodos de agricultura ecológica, un parque de ciervos y un pabellón de mariposas. Pero la ciudad-estado no sólo protege su tierra, también cuida sus aguas, que albergan casi 6.000 especies, es decir, el 25% de la biodiversidad marina de China, ¡en un área que sólo representa el 0,03% de su superficie! El Parque Marino Hoi Ha Wan, uno de los más antiguos, fue declarado en 1996 y tiene una importancia crucial, ya que 60 especies de coral encuentran refugio en esta zona protegida de 260 hectáreas.
Macao, en cambio, tiene menos zonas protegidas, la mayoría muy urbanizadas. Algunos lugares, sin embargo, trabajan para proteger especies, como el Pabellón del Panda. Este parque natural de 3.000m2 alberga pandas gigantes y otros animales raros o en peligro de extinción, y vela por su conservación.