Qué ver y hacer Casamance

Bajo el impulso de una pareja franco-senegalesa, Marie y Paul Bassene, este museo de la cultura tradicional Diola vio la luz en marzo de 2018. A través de objetos antiguos recogidos entre la población local, descubrimos al pueblo Diola y sus tradiciones. El museo consta de cuatro salas de exposición: la construcción de una cabaña impluvium en un entorno verde, objetos de la vida cotidiana, actividades estacionales y ceremonias animistas. Una pareja de avestruces, en su recinto, acompañará majestuosamente su visita.

La Alianza franco-senegalesa de Ziguinchor merece una visita solo por su increíble arquitectura. El francés Patrick Dujarric se inspiró en las cabañas con impluvio para diseñar este establecimiento de una belleza desconcertante. Se pueden pasar largos minutos contemplando sus murales de colores brillantes. Además de su calidad arquitectónica, este establecimiento es el único centro cultural de toda la ciudad. Con una biblioteca, un espacio de exposición, un cine al aire libre (proyectado todos los martes por la noche) y un gran escenario que acoge a artistas de todas las disciplinas (teatro, danza, música…), es un espacio esencial en Ziguinchor. Por último, la Alianza también es famosa por su restaurante, situado en un jardín sombreado muy agradable para escapar del calor sofocante y el ruido de la calle. Se pueden degustar platos senegaleses y cocina internacional con una excelente relación calidad-precio. El bar permanece abierto todos los días de 10.00 a 13.00 h, y el restaurante de 13.00 a 15.00 h y de 19.00 a 21.00 h).

El GIE Casamance Ecoparc es una reserva natural creada en 2010. Tiene una extensión de cuatrocientas hectáreas sobre una gran franja de bosque primario, un hermoso manglar, un palmeral y colinas con vistas a los arrozales y al océano Atlántico. Su misión es proteger el medioambiente en asociación con poblaciones locales, otras asociaciones, escuelas de formación, escuelas secundarias y, especialmente, el Departamento de Agroforestería de la Universidad de Ziguinchor, que también es bastante reciente. Los guías han sido formados por agentes del servicio de aguas y bosques de Oussouye para guiar a los turistas en el descubrimiento de los ecosistemas, la fauna y la flora locales, especialmente de cara a las aves, a pie o en bicicleta. Un ecoalojamiento de doce habitaciones con vistas panorámicas llamado Ecolodge Sembene Ousmane abrió sus puertas en 2014, con una cabaña con impluvio de ocho habitaciones y dos cabañas de dos habitaciones cada una. Augustine, quien inició el proyecto, también ofrece habitaciones en el campamento de Oudja.

No perderá el tiempo si visita la Oficina de Turismo de Ziguinchor. Instalada en un edificio colonial que vale la pena visitar, la oficina también alberga un pequeño museo y algunas artesanías. Inaugurado en 2010, es sin duda la más operativa del país, junto a Saint-Louis. Charles y Jean-Pierre le darán una calurosa bienvenida, le asesorarán con mucho cariño, y allí encontrará abundante documentación.

Plan recomendado: La oficina ofrece seis circuitos en canoa, paseo y 4x4 para descubrir las bellezas de la región a precios muy interesantes (los más baratos de la ciudad) y con guías muy bien entrenados. Ejemplo de un tour: visita al país Bassari en canoas alquiladas, bicicletas y 4x4... ¡una verdadera aventura! La oficina puede preparar estancias a medida según sus deseos y reservar sus billetes de avión o de barco, con un coste adicional. Apreciamos mucho el profesionalismo y la amabilidad de Charles, director de la oficina. También hay disponible un nuevo mapa detallado de la región (3000 CFA), así como folletos de presentación de su artesanía (1000 CFA) y de los árboles de la región (3000 CFA). Su sitio web es también una gran fuente de información. ¡Realmente ineludible!

Joseph Diamacoune le explicará todo el proceso de su producción y comprenderá rápidamente por qué las nueces son tan caras. La visita es magnífica: animada, dinámica, rica en explicaciones. Una breve degustación al final del recorrido, pelando las nueces, antes de descubrir la diversidad de su gama: natural, limón, miel, etc. No se lo puede perder bajo ninguna circunstancia si está en la región.

En el camino a Djembéring se encuentra el pequeño pueblo de Bouyouye, apreciado por algunos caboverdianos. Nada realmente especial, pero puede encontrar un buen ambiente, una dulzura de vida, muy cerca de la estación balnearia. También es una buena parada para aquellos que quieren pasar el tiempo y tomar una copa.

Este museo al aire libre se encuentra en el antiguo pueblo donde vivieron los primeros habitantes de Djembering. Allí se han encontrado huesos, prueba de la existencia de un cementerio, pero no se ha hecho ninguna datación. Como en el Ecomuseo de Kadiout, descubrimos las tradiciones diolas a través de un viaje, esta vez en la selva, observando objetos de la vida cotidiana. Al final de la visita degustará el vino de palma local Contacte por teléfono antes de ir.

Jean le llevará a ver al hechicero del pueblo o el bosque de ceibas, y le proporcionará información muy interesante sobre las tradiciones y la historia de los diola. También ofrece buenas excursiones, como a Kachiwane en 4x4 o ir en piragua a Nikine y regresar en 4x4. Posibilidad de una excursión en piragua de remo para ver cocodrilos y la recolección de ostras de manglar.

Se dice que esta ceiba, de varios cientos de años de antigüedad, fue plantada allí por inmigrantes que vivían fuera de la aldea de Djembéring cuando se encontraba en el lugar del ecomuseo de Sangawatte (donde se encontraron restos). Hay un gran bosque de ceibas en el camino hacia el mar en dirección a Nikine. Le recomendamos una excursión si se encuentra en la zona.

Es el pueblo de la artesanía y tiene varios talleres interesantes en los que se puede ver a los artistas trabajando. Varios pintores exponen allí junto a souvenirs tradicionales. Nos gustó la marroquinería, pero tuvimos que regatear mucho.

¿Por qué no echar un vistazo al Centro de Promoción de la Mujer de Koukangoumé? Creado por la hermana Juliette del Institut des Soeurs de Saint-Joseph, este centro ofrece talleres a las mujeres del pueblo, donde aprenden a bordar, tejer, patchwork, serigrafía y a hacer batik con cera. Los beneficios de la venta de su trabajo a los turistas ayudan a frenar el éxodo rural de las mujeres. Posibilidad de comer allí mismo (con reserva). Otra misión religiosa en Mlomp, la de los padres escolapios, forma a los jóvenes en su muy eficaz Centro de Promoción Agrícola (Ferme-école di Kandong).

Qué majestuosa casa de tierra ocre en la plaza principal de Mlomp, ¡es una de las más bellas del pueblo! Podrá ver su bonito porche con columnas de terracota, decorado con frescos en las paredes.

Uno de los ancianos del pueblo, Séraphine Diedhiou, que murió recientemente, nos dijo que ya existía en 1962. Visitamos el interior de la casa, siempre muy fresco y hecho con materiales locales: palmera, palma, terracota... Un ingenioso sistema bien adaptado al clima.

En esta tradicional cabaña con impluvio se exponen todos los objetos de la vida cotidiana de una familia diola del siglo pasado, según su estilo de vida ancestral y tribal. Herramientas, por supuesto, para cultivar arroz y para pescar, pero también fetiches, utensilios de cocina, el tambor telefónico con el que se transmitían los mensajes a los vecinos... Visita interesante gracias a las explicaciones de Yannick, conservador del museo y apasionado por la historia de los diola.

Si quiere saludar a las esposas del rey y a los niños del pueblo, pase por la casa real, un lugar lleno de vida donde puede tomar una taza de té y charlar tranquilamente e intercambiar opiniones con los habitantes de Oussouye. Uno de los preceptos más importantes de la religión diola es la hospitalidad. En Oussouye, la casa real está abierta a todos. Las cabañas reales solo son accesibles a las esposas del rey y a los príncipes y princesas, pero se encontrará en el patio con ancianas que ya no tienen hijos en el pueblo y que viven aquí, bajo la benevolencia del rey, y una manada de niños jugando y corriendo mientras las mujeres están en los campos. El rey no vive aquí, sino en los bosques sagrados del pueblo, donde se encuentra el palacio real, accesible solo a los iniciados. Traiga fruta para los niños si no quiere presentarse con las manos vacías.

Este notable taller de cestería, a precios fijos y ridículamente bajos, está dirigido por mujeres locales con poliomielitis que se ganan la vida con esta artesanía local. Podemos verlas trabajando y admirar su paciencia y agilidad en la creación de platos, ollas, jarrones, sombreros, etc. También hacen bolsos de batik ideales para la playa. Encontrará bonitos recuerdos para llevar a sus amigos y además hará una buena acción: asociadas en una AIE, estas mujeres financian con los beneficios la compra de coches con pedales adaptados a su discapacidad para poder desplazarse.

Probablemente se le ofrecerá un viaje en piragua a la isla de los Pájaros y luego a Djilapao. Se trata de una cabaña de dos plantas decorada por un artista llamado Jean, que murió en 2005, y que hizo de esta cabaña tradicional su propio museo, con esculturas personales, bastante excéntricas y poco logradas, pero hablan de la cultura de los diola. Esculturas que renuevan cada tres años, muy coloridas y finalmente divertidas, como la sai-sai (coqueta) dibujada en acción, un brujo que lanza un hechizo... La vida cotidiana de los diolas modernos hecha en escultura. Las interpretaciones de cada escena son infinitas y cada uno saca su propia conclusión. Puede parar en el pequeño bar del museo, que ofrece bebidas frescas.

Bio es un piragüista muy agradable que ofrece viajes a la isla de los Pájaros, Djilapao, Affiniam, Niamone costa norte a un precio razonable, y puede llevarle a Pointe Saint-Georges y Karabane durante varios días. Bien entrenado, este guía le explicará la vida de las aves, cómo funciona el ecosistema de los manglares y le llevará a pueblos auténticos donde se divertirá con sus habitantes.

Diez alfareros se han unido para presentar su arte a los visitantes. Menos comercial que la de Evelyne Bassène, la visita tiene lugar en una concesión familiar donde te hacen sentir muy bienvenido. "Siéntese y eche un vistazo", como sugiere el nombre del grupo en lengua diola. Le explicarán paso a paso las diferentes etapas de la fabricación de la cerámica, donde el equilibrio entre la arcilla y las conchas es esencial para evitar piezas rotas.

Compuesto por varios islotes dispersos en el corazón del río Casamance, la reserva natural puede albergar hasta miles de especies, como los charranes del Caspio y los pelícanos blancos. También hay zonas de reproducción de tortugas.

Le Kadioute es un museo al aire libre situado en un bosque de ceibas de varios siglos de antigüedad (¡lleve su repelente de mosquitos!). La visita guiada permite descubrir, al pie de cada árbol, instrumentos, utensilios y explicaciones detalladas y graciosas sobre la cultura de los diola. Si es posible, visite este museo al principio de su estancia. Así se podrá hacer algunas ideas que le ayudarán después a comprender mejor su viaje a Casamance. En el programa: descubrimiento de los códigos de lucha, la vendimia del vino de palma, la cocina, los amuletos,el  ciclo agrario, etc. Calcule aproximadamente una hora de visita. Valère, el guía, conseguirá emocionarle.