Mientras planea su viaje a México, dos visiones diferentes de esta tierra lejana chocan. Por un lado, la imagen exuberante de los verdes bosques del Sur, hogar de cientos de templos mayas y aztecas, bordeados por playas de arena fina con agua turquesa. Y por otro lado, las regiones desérticas donde los vaqueros tratan de respirar bajo su sombrero lo mejor que pueden. Es esta última imagen la que será fácil de descubrir durante un viaje al Norte, con paisajes fuera de lo común, una cultura indígena dispar pero aún muy activa, playas agradables pero más caóticas que en el Sur...
México es unas cuatro veces más grande que Francia, y toma semanas viajar a través del norte del país. Mucho más que en el Sur, las distancias entre las grandes ciudades son grandes. Antes de partir, es necesario saber cuánto tiempo se tarda en ir de una región a otra, para evitar una gran desilusión. Sería una pena venir a México para pasar la mayor parte del tiempo en un autobús refrigerado por el aire acondicionado, por el cual los locales parecen tener un verdadero culto.
Para los que desembarcan en México por primera vez, es normal que se sientan atraídos por el sur, principalmente por la Península de Yucatán, con sus costas caribeñas y numerosos sitios mayas, por Chiapas, por su cultura indígena, y por Oaxaca, por su mezcla de arquitectura colonial y su población indígena. También son zonas muy desarrolladas para el turismo y muy apreciadas por los operadores turísticos.
El norte de México es una tierra muy diferente y hay pocos lugares, como Chichén Itzá o Oaxaca, donde las colas de turistas se paran frente a los monumentos. Poseyendo climas tropicales y desérticos, ofrece extraordinarios paisajes y una calma mucho más apreciable. Después de la Ciudad de México, las dos ciudades principales de México son Guadalajara en el estado de Jalisco y Monterrey en el estado de Nuevo León. Los estados que irradian alrededor de la Ciudad de México son propicios para la práctica del ecoturismo. La Huasteca, parte del norte del estado de Veracruz y la parte oriental del estado de San Luis Potosí, está llena de ríos y cascadas que no tienen nada que envidiar a Agua Azul en Chiapas.
San Luis Potosí tiene la peculiaridad de tener una parte tropical y otra semidesértica: el Altiplano con el famoso "pueblo fantasma" de Real de Quatorce. Esta ciudad es un centro ceremonial para los huicholes indígenas que vienen del Estado de Nayarit, cerca del Océano Pacífico, para cosechar el cactus alucinógeno del peyote. Vale, vale, algunas personas lo han probado y no han encontrado ninguna diferencia. Otros si... Mágicamente pasas del desierto a la vegetación exuberante en el espacio de una colina. Sí, el norte de México tiene todas las bazas para hacerte soñar e invitar al viajero a un cambio total de escenario como cuando se unirá con la ayuda del tren del Chepe, el cañón más grande del continente americano a la altura de las Barrancas del Cobre en el Estado de Chihuahua.