Arbres fruitiers en floraison au printemps © Chris Rose - stock.adobe.Com.jpg
Le brame du cerf © DamianKuzdak - iStockphoto.com.jpg

Un huerto a gran escala

Viajar por el Lot-et-Garonne requiere un cierto conocimiento de las flores, tan grande es la diversidad de los campos de árboles que se suceden. Desde los avellanos que hacen de Cancon su capital francesa hasta las reconocibles lianas de la actinidia que dan lugar al kiwi, o los emblemáticos ciruelos, casi podría perderse. Esta flora frutal característica da producción todo el año, con el kiwi revelándose en la estación fría mientras que los melocotoneros, entre otros, proporcionan la estación estival. Es, por supuesto, en los días de blanca floración cuando estos árboles invitan a la admiración. Encaramado en lo alto, hay que aprovechar este periodo para contemplar esta fragante espuma que hizo decir a Michel Serres que sólo hay dos lugares en el mundo donde se puede presenciar semejante espectáculo: ¡Japón y el Lot-et-Garonne!

El tulipán de Agen : único

Hay 400 especies naturales y 50 perennes que pueblan las tierras del Lot-et-Garonne. Todas tienen nombres poéticos que "huelen bien": pamplina, verónica de Persia, pasto azul anual, mostaza de campo, etc. Entre las perennes: cola de caballo gigante, sorgo de Alepo y milenrama. Esta diversidad de flores procede de la multiplicidad de suelos: calcáreos, arenosos, arcillosos... que provocan crecimientos diferentes según su especificidad.

El tulipán de Agen es único en el departamento. Autóctono por su antigüedad y su presencia principalmente en Lot-et-Garonne, el tulipán de Agen tiene su verdadero origen en Irán. Es uno de los raros tulipanes silvestres que pueden admirarse, sobre todo, en los viñedos de Buzet. De 25 a 40 centímetros de altura, destaca por su tallo simple y su flor acampanada. En peligro de extinción debido a la evolución de las prácticas agrícolas, está protegida a escala nacional desde 1995. Su color rojo vivo y la estrella amarilla en el corazón de su flor son imprescindibles.

Sería imposible hablar de la flora del Lot-et-Garonne sin mencionar las setas y el cep. Como en muchas regiones francesas, tiene sus recolectores, jubilados o jóvenes, que desafían las zarzas y revuelven las hojas en busca de este noble moho que tanto hace soñar a los gastrónomos. Aprovechamos para aconsejar a los curiosos que respeten las advertencias de las propiedades privadas que prohíben recoger ceps... ¡o rebozuelos!

Una fauna típica del país

Corzos y ciervos, jabalíes, liebres, conejos, coipos y visones... ¡Toda esta fauna explica por qué el conductor debe ir con cuidado cuando atraviesa un bosque! Esta pequeña reseña animal estaría incompleta si no mencionáramos al ciervo y su berrea. Su potente y ronco grito puede oírse en las Landas o en los bosques del norte del departamento.

En cuanto a las aves, paso obligado entre los países septentrionales y los del Magreb, abundan. Sin tener ninguna especie carismática que identifique al departamento como tierra específica de acogida, hay un ave que conoce un gran éxito por su paso por los cielos de Aquitania: ¡la paloma torcaz! Esta paloma torcaz, que vuela hacia el sur por los cielos de Lot-et-Garonne, provoca lo que se conoce como "le mal bleu". Esto significa que los cazadores aguardan durante un mes en cabañas enclavadas entre los árboles, a la espera de que las aves sobrevuelen. No estaría completo sin mencionar los pocos días de paso de las grullas que, además de anunciar el cambio de estación, hacen levantar la vista.

Además, hay un gran número de ríos y lagos: la federación de pesca reconoce 540 hectáreas de agua, lo que supone 38 lagos. Toda la fauna piscícola está representada: carpa, tenca, perca, lucio, lucioperca, siluro, esturión y sábalo. La gran familia de pescadores espera la apertura en primavera, para pasar el tiempo burbujeando, caña en mano, a que los peces piquen el anzuelo. Lo que sorprende y tiene un impacto negativo en la vida acuática y la flora de los cursos de agua es la presencia de cangrejos de río exóticos, que se lo comen todo: vegetación acuática, insectos, moluscos, renacuajos, alevines de peces, tritones, barro, huevos, polluelos, ranas, libélulas, gasterópodos, etc. Debilitan las orillas y pueden dañar todo un ecosistema en 10 años.

El árbol más bonito de Francia

Los árboles son diversos y variados. Se pueden encontrar castaños, arces, enebros, robles (¡por supuesto!) así como, más concretamente en la zona de Casteljaloux, los carismáticos pinos marítimos del bosque de los páramos. Se pueden hacer bonitos paseos, sobre todo en otoño, por el robledal estatal de Mas d'Agenais y Senestis, un lugar popular para los recolectores de setas. Este es un sitio popular para la recogida de setas, como se puede ver en los coches aparcados en el lado de la carretera durante la temporada.

El Lot-et-Garonne, tierra de conservación de una naturaleza milenaria. Mágico, mágico, impresionante... faltan adjetivos cuando hablamos de las características del roble Tombebœuf, este "antiguo" campeón francés. Con sus casi 300 años de edad, sus 25 metros de altura y sus 38 metros de envergadura, el "roble de Tombebœuf" fue elegido el árbol más bello del año 2019 por la revista Terre Sauvage en colaboración con la Office National des Forêts, frente a un centenar de candidatos. Es su tamaño y su longevidad, pero también y sobre todo su belleza lo que sedujo al jurado. Este roble único está entronizado en la verde pradera de Tombebœuf. Refugio de la fauna y la flora, es un lugar privilegiado por el hombre que invita al descanso y a la sabiduría. Lejos de una naturaleza hostil y de una era antropocénica, el roble multicentenario de Tombebœuf es la demostración del vínculo que une al hombre y a la naturaleza y forma parte del largo plazo. Su reciente reconocimiento lo convierte en un sitio natural que no debe perderse.