Qué ver y hacer Maputo Et Sh Región

La estación original se ha conservado y es magnífica. Este imponente edificio, fuertemente influenciado por los estilos francés victoriano y art nouveau, todo en blanco y verde pastel, se construyó en 1910 según los planos de Gustave Eiffel o uno de sus ingenieros. Las curvas y el estilo de su cúpula y el reloj de su elaborada fachada parecen casi familiares. Bajo sus inmensos volúmenes, se pueden admirar techos decorados, estructuras de hierro forjado, columnas, puertas esculpidas y azulejos portugueses. En su interior, el museo de la CFM, la compañía ferroviaria mozambiqueña, abrió sus puertas en 2015, tras una profunda renovación del edificio. Aquí se pueden admirar antiguas locomotoras del siglo ^XIX y trenes de todas las épocas. Se puede descubrir (en portugués e inglés) la historia de las estaciones y puertos del país, desde la época colonial hasta nuestros días, pasando por las vicisitudes de cada época, especialmente las guerras de independencia y la guerra civil. El museo está bien documentado sobre la Edad Moderna del acero y el carbón, cuando el tren estaba en el corazón de la revolución industrial mundial. La estación también es escenario de numerosos actos culturales: lecturas, exposiciones temporales, conciertos, desfiles de moda, danza, teatro... ¡Pida el programa! Y no olvide visitar la Galería, cerca del puerto, otro de los espacios multiculturales de la ciudad que abrirá sus puertas en 2020.

Al pasear por el barrio, no puede perderse la iglesia de San Antonio. La iglesia católica romana, que se alza como un enorme "exprimidor" de hormigón, está situada justo al lado del Hotel Polana. Es impresionante. De hecho, su inusual arquitectura moderna y la belleza de sus vidrieras son llamativas y de interés para los viajeros interesados en la arquitectura. Construida a principios de la década de 1960, la iglesia sufrió su segunda renovación en 2019, pero sigue celebrando misa diaria a las 18:00, con música y cantos.

El transbordador Transmaritimo que unía Maputo con Catembe ya no existe. El enorme puente que salva la bahía de Maputo, entre la capital y Catembe, se inauguró por fin en 2018, tras cuatro años de obras. La idea de este puente nació tras la guerra civil de los años 90, pero su realización requirió muchas consultas, tiempo y una fuerte financiación (726 millones de dólares). Un banco chino, el China Exim-Bank, financió a crédito el 85% del proyecto, con un préstamo a veinte años. No se trata sólo de descongestionar la capital hacia nuevos barrios costeros y agradables suburbios residenciales situados justo enfrente del centro y la parte baja de la ciudad. Catembe tiene un gran potencial de desarrollo: con sólo 20.000 habitantes en la actualidad, la ciudad podría ver una urbanización de hasta 400.000 personas en la próxima década. Además, el puente forma parte del nuevo eje Sudáfrica-Mozambique que pasa por la bahía de Kosy y Ponta do Ouro, diseñado para su desarrollo turístico. Así, ya no es necesario pasar por Suazilandia o la ruta Johannesburgo-Maputo para entrar en Mozambique desde el sur, sino que ahora se puede seguir la costa desde Durban y entrar por el extremo meridional. A ello contribuye la flamante carretera Ponta-Maputo, de 130 km, que acaba de inaugurarse. El puente colgante tiene 680 m de longitud -ahora el más largo de África- y 60 m de altura, mientras que el viaducto norte mide aproximadamente 1 km y conecta con la nueva carretera de Ponta.

Los más grandes artistas mozambiqueños están representados, incluyendo al famoso Malangatana y al escultor Chissano, cuya obra puede ser vista a su llegada en el vestíbulo del aeropuerto de Maputo, así como obras de arte contemporáneo más recientes. Una exposición permanente le dará un vistazo a la pintura mozambiqueña. Por otra parte, de vez en cuando se organizan exposiciones temporales, pero lamentablemente el museo puede carecer de cierto dinamismo. Algunos libros y catálogos están a la venta en la recepción.

El Museu nacional da moeda es apodado "Casa Amarela" por el color amarillo de su fachada. El edificio, construido en 1787, es uno de los más antiguos de la ciudad. Fue completamente rehecho hace unos años. El museo, la antigua casa del presidente, traza la historia del mercado monetario en Mozambique, desde la cáscara que sirvió de moneda durante el imperio bantú hasta el ancestro de la metical, la moneda actual, un raquis con plumas de pato.

La "casa de hierro" fue supuestamente diseñada en 1892 por Gustave Eiffel, ¡que nunca había pisado Mozambique! Se prefabricó en Bélgica antes de ser enviada y montada en Maputo. En un principio iba a ser la residencia del gobernador general de la colonia. Pero la estructura de hierro y acero pronto resultó inadecuada en un país muy caluroso y húmedo: calor insoportable, mosquitos por todas partes. El gobernador nunca vivió allí. Hoy alberga oficinas del Ministerio de Cultura.

Gran establecimiento que merece la pena visitar por su arquitectura más o menos inspirada en el arte manuelino y su jardín, que alberga un fresco de Malangatana. Hay una sala etnográfica y, aunque decrépita, la impresionante colección de animales que viven en el país también merece una visita. Destacan los 14 fetos de elefante que ilustran todo el desarrollo del embrión durante los 20 meses de gestación. En el jardín hay un bar de zumos, Sukos Juices, agradable para tomar una copa.

El prístino campanario blanco de la catedral se erige en el cielo azul de Maputo. El edificio religioso, terminado en 1944, está muy bien conservado. Su escalera con altos escalones es intrigante. Diseñada por un ingeniero civil portugués, Marcial Simões de Freitas e Costa, la Catedral de Nuestra Señora de la Concepción, diseñada en forma de cruz e inspirada en el estilo gótico, está construida totalmente con materiales sencillos como el hormigón y el cemento, lo que resulta sorprendente.

Este sombreado jardín botánico fue diseñado en 1885 por el paisajista inglés Thomas Honney, que también diseñó en aquella época los jardines del Rey de Grecia y del Sultán de Turquía. En las horas más calurosas del verano, es apreciado por su frescor. Durante todo el año es muy popular, especialmente entre los novios los sábados. En la parte trasera del jardín hay un bar-restaurante. Frente a la entrada principal, no hay que perderse la estatua de bronce de Samora Machel (1933-1986), primer presidente de la República Popular de Mozambique tras la independencia.

La Estátua de Samora Machel es una inconfundible escultura de bronce en el centro de la Plaza de la Independencia de Maputo, iluminada por la noche. Diseñada y construida en Pyongyang por Corea del Norte, fue inaugurada en 2011, más de veinticinco años después de la muerte del primer presidente del Mozambique independiente (1933-1986). El bronce de 9 metros de altura y 4,8 toneladas de peso ha sido criticado, no obstante, por su falta de parecido con Samora Machel. Otra estatua más pequeña del resistente militar y político se encuentra a la entrada del Jardín Tunduru.

La cerámica es un elemento decorativo típicamente portugués que rara vez se encuentra en Maputo. Aunque hoy no queda mucho, las ruinas de la Villa Algarve son un buen ejemplo de la arquitectura portuguesa de los años cuarenta. La cerámica se utilizaba en toda la fachada y en las paredes del piso superior de la casa. En sus horas más oscuras, sirvió de cuartel general de la policía portuguesa y de lugar de encarcelamiento y tortura para muchos resistentes, como el artista Malangatana, José Craveirinha y Rui Knopfli.

Como es uno de los únicos museos de la ciudad, teníamos que mencionarlo. En realidad, el Museo de la Pesca es más que modesto, incluso aburrido: hay unas cuantas redes de pesca, unos pocos paneles explicativos sobre el pescado y algunos viejos dhows tradicionales cogiendo polvo. Las escasas explicaciones sólo están en portugués. Está lejos de la exposición interactiva de los museos actuales El precio es irrisorio, pero se puede ir si se viene a visitar la fortaleza o la Galería del puerto.

La Fortaleza Nossa Senhora da Conceição, en el paseo marítimo, ocupa 3.000^m2. Construida en 1791 por los portugueses para defender la colonia, fue ampliada en 1851 hasta su forma actual (la réplica data de 1940). Construido en arenisca roja, está reforzado por murallas. En su patio hay dos frescos: la prisión de la época de Gugunhana y la batalla entre el rey de Gaza y los colonos, y cañones de época. En el interior, una exposición de pinturas y figuras de madera tallada recorre la historia de Mozambique. Exposiciones temporales.