MUSEO ETNOGRÁFICO
La principal atracción de Butare sigue siendo el Museo Etnográfico (antes llamado Museo Nacional), uno de los ocho museos nacionales de Rwanda, que probablemente alberga una de las mejores colecciones etnológicas de África oriental. Ofrecido por el Rey de los belgas Baudouin I, inaugurado en 1989, ofrece una visión excepcional de los estilos de vida precoloniales y de la transformación de Rwanda en un Estado africano moderno. La colección, que es a la vez histórica, etnográfica, artística y arqueológica, con objetos que a menudo son muy antiguos, se presenta en siete salas de 2.700 m². Una exposición temporal está dedicada a la evolución tecnológica de Ruanda antes de la llegada de los colonos.
El edificio que alberga el museo, obra del arquitecto y etnólogo belga Lode Van Pee, merece una visita. El techo, por ejemplo, se supone que refleja el polirritmo de los tambores. Los motivos tradicionales incrustados en la mampostería recuerdan a escudos, vasijas, cestas... El juego de sombras acentúa el vínculo entre ambos. Las sombras acentúan el vínculo entre ambos. En cuanto al trazado debajo de la carretera, se pretende dar la bienvenida al visitante. "Su orientación no es ni paralela ni perpendicular al camino. Encaja en el relieve principal de la colina en un ángulo", explica Lode Van Pee, quien sugiere ver el museo y su recinto como un inzu (caja) en un urugo (recinto), ahora rodeado por un muro circundante magníficamente renovado, que recuerda el diseño del arte imigongo.
El museo incluye varias salas dedicadas a la información geográfica, geológica y lingüística de Rwanda, al descubrimiento de objetos utilizados en diversos sectores de actividad como la agricultura, la ganadería, la apicultura, la caza (sorprendentes trampas para leopardos), la pesca, la cestería, la alfarería y la carpintería, los diferentes tipos de arquitectura rwandesa, las antiguas formas de vida y organización social, la ropa y los adornos tradicionales (una vitrina está dedicada a los famosos bailarines tradicionales de Intre), la prehistoria, con una cronología de los reyes (bami), basada en las tradiciones escritas y orales. El museo también se ocupa de la metalurgia, las prácticas religiosas tradicionales, el matrimonio y la música. Las fotografías de todos los presidentes desde la independencia se exhiben en una pared. Desde 1995, se han abierto tres nuevas secciones: una sección de artes modernas, un centro de aprendizaje de oficios y un ballet con unos 30 bailarines que actúan en determinados eventos.