PARQUE ARQUEOLÓGICO COPÁN
El descubrimiento. Una de las primeras certificaciones de la existencia de las ruinas se encuentra en la famosa carta del explorador Diego García de Palacios dirigida al rey de España Felipe II en 1576. A pesar de la descripción entusiasta que hizo, se olvidó hasta 1834, cuando el coronel Juan Galindo llevó mena cabo la primera expedición científica. En 1891, el Gobierno de Honduras firmó un acuerdo con el Museo de Peabody de la Universidad de Harvard. A cambio de la ayuda estadounidense a los trabajos de restauración y valorización de las ruinas, el gobierno otorgaba a los investigadores el derecho exclusivo de importar la mitad de los objetos puestos al día. Gracias a este equipo de expertos, se descubrieron monumentos importantes durante las excavaciones de 1975 y 1977, a las que el visitante de hoy debe la mayoría de los esplendores del lugar. En 1980, las ruinas de Copán fueron declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO. Los investigadores todavía no están de acuerdo con el significado exacto del nombre «Copán» que podría traducirse en «puente» o «capital de Co».
Grandeza y decadencia. Se sitúa la edad dorada de la civilización maya entre 250 y 900 ap. J.C. se caracteriza por la aparición de las primeras dinastías reales. El rey, al mando de la ciudad, tenía la responsabilidad de garantizar la prosperidad, la seguridad y la salvación de su pueblo. Junto a sus seres queridos, vivía en el centro de la ciudad en templos y palacios que hacía erigir en su honor. Al final de algunos convenios, las construcciones de piedra revestidas de estuco con colores vivos fueron enterradas, preservando algunas de las bellezas de Copán de la destrucción a lo largo de los siglos.
El estudio de los glifos demuestra que la expansión de esta ciudad comienza con la llegada de un Gran Señor, K'inich Yax K'uk'Mo o, en 426. Su matrimonio con una noble marca el comienzo de una dinastía de regines. Con el reinado de este rey comenzó la construcción de los primeros monumentos de Copán. Del segundo rey, hijo de K'inich Yax K'uk'Mo o, al décimo rey, Lune Jaguar, sólo hay muy poca información. El descubrimiento de más de 4.500 edificios ha permitido estimar que en el siglo VIII la población del valle habría alcanzado a 27.000 habitantes. Entre 578 y 738, Copán beneficia de un crecimiento demográfico, político, social y artístico que se atribuye a Serpiente Fumant, el undécimo rey (563-628) y el duodécimo rey (628-695). Este último tuvo su reino de sesenta y siete años marcado por las conquistas y la ampliación de su territorio, preparando la llegada de quien iba a hacer de Copán la joya de las ciudades mayas: Lapin (Waxaklajuun Ub'aah K'awiil). Este rey a las afinidades artísticas fuera de lo común imponiendo nuevas normas a la estatua y a la arquitectura, que llegaban a un refinamiento estético y técnico nunca igualado después. En particular, se le deben los sturos A, B, C, D, F, H y 4 de la Grande Place, el Terreno de bala, la estela J y el Templo 22 erigido en el Patio oriental del Acrópolis. Por desgracia, 738 conejo fueron capturados por los Mayas de Quirigua y decapitado el 3 de mayo de. Empecemos entonces un período de inestabilidad política y de crisis económica. Incluso si Quirigua no contara nunca con la ciudad de Copán, tomó el control de varias tierras agrícolas y de la producción del jade que antes pertenecía a Copán. Es una alianza consolidada por el matrimonio del decimoquinto rey, Escargot Fumant, con una noble de la ciudad de Palenque, que restablece el prestigio y la estabilidad de Copán.
El decimosexto rey Yax Pasay Chun Yooab, monta en el trono en 763. Fue quien construyó el famoso altar Q, representando a los dieciséis líderes de la dinastía de Copán sentados en sastre por su nombre. Casualidad o destino es con este rey que asistimos a los primeros signos de la decadencia de la ciudad. Algunos lo atribuyen a algún acontecimiento misterioso. Es muy probable que la sobrepoblación, la deforestación y la sobreexplotación agrícola, reforzadas por fuertes variaciones climáticas, sean las verdaderas causas de la caída de Copán. Estudios de arqueología física han demostrado que la población padece diversas enfermedades y desnutrición. Había un último alegador del trono en 822 pero, como demuestra el estela L que fue encargado por él y que quedó incompleto, Ukit Took nunca resistió a Copán. No se sabe lo que sucedió con el Rey, pero los Mayas abandonaron poco a poco el lugar y abandonaron el valle, vaciado de sus recursos naturales.
Visita. El parque arqueológico está formado por el grupo principal (Grande Place, Acropolis, cementerio) y el emplazamiento de las sepulturas (Las Sepulturas), a 3 km. La visita debería completarse con el magnífico museo de las esculturas (en la entrada) que alberga algunas piezas originales sustituidas por copias en el lugar, así como una majestuosa réplica del templo Rosalila, descubierto bajo el templo 16. Una visita completa tarda aproximadamente tres horas. El visitante llega al grupo principal siguiendo un bonito sendero bordeado de árboles que pasa delante de los guardianes de las ruinas, de loros de colores flamencos, aves emblemáticas del imaginario maya. Desde el sendero que te lleva al lugar podrás llegar a una amplia zona abierta: la Grand Place.
La visita de los túneles es impresionante pero realmente cara. Sólo hay 5 personas que pueden penetrar. Se accede únicamente en el parque arqueológico. Por lo tanto, es mejor decidirse antes de salir a descubrir el lugar. Aconsejaríamos más bien tomar una guía si se impone una elección financiera.
nombreux temples dispersés dans la forêt
accueil des aras
Il n'y a pas énormément de monde ce qui rend la visite beaucoup plus agréable.
Plein de Ara vous attende à l'entrée, on passe sur les bâtiments pr passer dernière puis faire le tour etc
Possibilité de visiter des tunnels mais c'est un extra qui faut payer et qui ne vaut pas vraiment le coup pour le prix...
15US$ l'entrée simple sans guide