MONASTERIO DE VARLAAM
Cómo llegar y contactar
Gran Monasterio de Meteora: magníficos frescos , rico museo, hermosas vistas... pero 195 escalones para llegar.
Encaramado en una columna de roca de 373 m de altura, este monasterio masculino (Ιερά Μονή Βαρλαάμ/Iera Moni Varlaam) es el más grande de Meteora, después del del Gran Meteoro, situado un poco más lejos. Dedicado a "todos los santos" (Agion Panton), debe su nombre a un ermitaño que vivió aquí a mediados del siglo XIV, un tal Varlaam (o Barlaam). Sin embargo, el monasterio fue fundado a principios del siglo XVI por los monjes Nektarios y Theophanis, dos hermanos de Ioannina: cuenta la leyenda que tardaron veintidós años en reunir los materiales para la cumbre y luego sólo veintidós días en construir el monasterio, que se terminó en 1542. Hoy, la subida es una prueba formidable, con 195 escalones excavados en la década de 1930, pero hay que imaginar que durante siglos sólo se podía acceder a la cima de la roca mediante cuerdas y poleas. Pero manténgase motivado, porque en el catholicon de Agion Panton le espera una de las obras maestras de Meteora: los frescos del gran pintor tebano Frangos Katelanos (c. 1520-1590), miembro de la escuela cretense.
Magníficos frescos. Fechados en 1548, las obras de Katelanos cubren toda la nave y el santuario. Destacan las espléndidas escenas de la Crucifixión, la traición de Judas y la dormición de la Madre de Dios, así como Cristo Pantocrátor en la cúpula. El nártex, por su parte, fue decorado en 1566 por otros dos artistas de Tebas, los hermanos Georgios y Frangos Kontaris: los fundadores ofreciendo la iglesia al Niño Jesús, San Sisoes meditando ante el esqueleto de Alejandro Magno, el Juicio Final... Y en el siglo XVIII se hicieron algunas reformas en el conjunto. En todo el monasterio se puede ver también la Capilla de los Tres Jerarcas (Tris Ierarches), que data de la época del ermitaño Varlaam, un rico museo (reliquias, icono de la Virgen con el Niño de Emmanuel Tzanes, epitafios bordados en oro, manuscritos iluminados, etc.), el enorme barril de madera de 12.000 litros utilizado para recoger el agua de lluvia, la tumba del fundador Theophanis y el antiguo sistema de poleas. Y no olvide la terraza con sus impresionantes vistas de Kastraki y el monasterio de Roussanou. Por último, si el nombre de Varlaam suena poco griego, es porque procede del sánscrito Bhagavan, uno de los nombres dados a... Buda. En el siglo XI, los monjes bizantinos trajeron a Europa (sin conocer sus orígenes) la historia de Barlaam y Josafat, una versión cristianizada del texto budista La vida del Bodhisattva.
Vue superbe sur la vallée