Sitio Arqueológico El Ceibal
Un yacimiento arqueológico que domina el río, con 31 estelas talladas en piedra caliza dura, lo que explica su buen estado de conservación.
Gracias a su posición sobre el río, El Ceibal controlaba la región y se convirtió en una de las ciudades más importantes del periodo Clásico Tardío. La llamada "Galería del Arte Maya", que hoy es uno de los sitios más visitados del Petén, alcanzó su máximo esplendor entre los años 700 y 900, con casi 10.000 habitantes. Se cree que este considerable crecimiento está relacionado con el asentamiento de personas procedentes de la vecina Chiapas, en México, como sugieren las influencias encontradas en los distintos edificios. La presencia de esculturas y representaciones no mayas tiende a reforzar esta hipótesis.
Tras su rápido declive, y luego su abandono, el lugar fue rápidamente conquistado por la selva. A finales del siglo XIX se encontraron rastros del yacimiento, gracias a un explorador encargado por el Museo Peabody de Arqueología y Etnología, adscrito a Harvard. Entre 1964 y 1968 se llevaron a cabo excavaciones más exhaustivas, al tiempo que se restauraron los monumentos, se desbrozaron las estelas y, en ocasiones, se enderezaron, para obtener el apreciable resultado que tenemos hoy.
En total, el yacimiento cuenta con 31 monumentos esculpidos, 56 estelas, 22 altares y dos frontones. Aquí también se puede admirar uno de los observatorios circulares más antiguos de la cultura maya. Algunas de las esculturas están bien conservadas y se puede distinguir la posición de los pies de las figuras centrales. Típico del periodo Clásico Temprano, todos apuntan hacia fuera, mientras que en el periodo Clásico Tardío se colocaban uno detrás de otro. Además, El Ceibal cuenta con cuatro grupos de monumentos:
Grupo A. Situada en el noroeste del yacimiento, alrededor de la Plaza Central, es la más importante, donde se encuentran la mayoría de las estelas. Está dominado por una pirámide (A24), al oeste de la Plaza Sur. En la cúspide de la pirámide destaca la Estela 17, que representa a una maya que se somete a un guerrero de pelo largo con falda, lo que da crédito a la tesis de una invasión de poblaciones procedentes del actual México.
Subiendo por los edificios A7 y A8, se llega a la Plaza Central, en cuyo centro se encuentra el edificio A3, cuyas cuatro estelas marcan los puntos cardinales. A su alrededor hay templos y un frontón. Más adelante, la Plaza Norte alberga tres edificios y una pirámide.
Grupo B. Formado por pequeños montículos, se encuentra al sur, a 2 kilómetros del grupo D. Lejos de ser una visita obligada, sólo merece la pena para ver su estela, si se dispone de tiempo suficiente
Grupo C. Situado en el cruce de las rutas del sitio, está encaramado en la cima de una colina. Incluye un frontón y algunos edificios identificados como viviendas. Aunque no hay ningún templo en el complejo, se pueden ver estelas y altares al norte, en la unión de las calzadas I, II y III. Además, a la altura de la Calzada II, al sur del grupo, merece la pena visitar una plataforma circular, por su altar con una cabeza de jaguar tallada.
Grupo D. Este es quizás el complejo más impresionante del sitio, por su compacidad y por el número de edificios que se han reunido. Hay cinco plazas y sus edificios, concentrados en un espacio de 400 metros por 200 metros.
Si no recurre a una agencia, le recomendamos encarecidamente que contrate los servicios de un guía in situ, para no perderse nada de la rica historia de El Ceibal.
stèles et temples