MUSEO Y PANTEÓN KOMITAS

El Reverendo Padre Komitas, cuyo verdadero nombre era Soghomon Soghomonian (1869-1935), es tan venerado en Armenia que dio su nombre al Panteón de Ereván, donde sus restos, repatriados desde Francia, fueron enterrados el 28 de mayo de 1936 bajo la égida de las autoridades soviéticas. Por lo tanto, era justo que tuviera su propio museo: desde el 29 de enero de 2015, se encuentra en el borde del parque que alberga el Panteón homónimo, donde tiene su hogar eterno. Alojado en un edificio de líneas tradicionales limpias, el museo permite a los visitantes viajar a través del mundo de este brillante compositor, que perdió su vida, o al menos su cordura, en la confusión del genocidio. Articulado alrededor de un patio donde se entroniza un tilo simbólico (tchinari), las salas del museo muestran fotos, dibujos, pinturas y esculturas que representan a Komitas, hasta su máscara mortuoria. También descubrimos objetos queridos por el compositor, partituras, textos y cartas, al son de las preciosas grabaciones de su voz que reproducen las melodías nacionales que piadosamente recogió. Un lugar de memoria, un lugar de vida y también de transmisión: el museo alberga una sala de conciertos que pretende ilustrar la vitalidad de la música armenia de la que Komitas fue uno de los más grandes cantantes

El Panteón Komitas, situado antes del de Yeraplour, al norte del gran lago artificial de Erevanian, tiene una vocación menos marcial. Las glorias nacionales del arte, la literatura y la ciencia están aquí en un entorno verde, abierto las 24 horas del día