CATEDRAL DE SANTA MARIA ANNUNZIATA
Catedral dedicada a la Virgen de la Anunciación, con fabulosos tesoros, en Otranto.
Construida por los normandos en el siglo XI, la catedral de Otranto, dedicada a la Virgen de la Anunciación, es una auténtica maravilla. Su fachada relativamente sobria contrasta con su interior, que contiene fabulosos tesoros. No se puede permanecer insensible a los mosaicos que adornan el suelo ejecutados entre 1163 y 1165 y que siempre han fascinado por la imaginación desarrollada en sus escenas, pobladas por una profusión de personajes fantásticos cuyo simbolismo, a veces escapa, al ojo moderno. En el centro, en el eje de la nave central, un gran árbol de la vida llega hasta los cielos a las escenas del pecado original y de Adán y Eva expulsados del Jardín del Edén. Debajo, doce círculos representan los doce meses del año con su signo zodiacal y la actividad agrícola correspondiente. A continuación se representan episodios del Génesis, el Arca de Noé y la Torre de Babel. Por último, alrededor de la base del árbol de la vida, el suelo está poblado por un fantástico bestiario compuesto por animales híbridos, centauros, figuras mitológicas (se puede reconocer a la diosa romana Diana cazando un ciervo) e incluso a Alejandro Magno llevado por dos grifos. En el crucero del transepto, dieciséis círculos representan los vicios y las virtudes, simbolizados por otras figuras fantásticas. En el brazo izquierdo del crucero, un mosaico del Juicio Final separa el paraíso del infierno, donde los condenados son engullidos por monstruos. Por último, en el ábside se representan episodios del Libro de Jonás.
Otra singularidad que hace de esta catedral un lugar insólito son los 800 cráneos de los mártires de Otranto. En 1480, los turcos saquearon la ciudad y, para asustar a los rebeldes que se negaban a convertirse al Islam, cortaron la cabeza a 800. Se conserva la piedra donde corrió la sangre, así como los cráneos en el ala derecha de la catedral (en la capilla de los mártires), testimonios conmovedores de la masacre turca. La leyenda cuenta que la Virgen que vela por estos mártires fue robada por un árabe. Poco después, su mujer quedó embarazada, un milagro que él atribuyó a la Virgen. Así que, por gratitud, la trajo a casa, a Otranto, desde Arabia.
La cripta de la catedral (a la derecha, cuando se mira el altar) tiene columnas y capiteles que se caracterizan por ser diferentes entre ellas. Se trata de regalos de todos los señores y mercaderes del Mediterráneo que se alojaron en Otranto y trajeron a la ciudad un tipo de mármol diferente.
Ne pas oublier la crypte qui regroupe une " foret " de colonnes d'une grande richesse
INCONTOURNABLE
En faisant le tour on découvre de très nombreux ossements
En ressortant de la cathédrale ne pas oublier de visiter la crypte elle est vraiment très jolie avec des colonnes toutes différentes les unes des autres