PINACOTECA - CASA DEL ARTE
Pinacoteca que explora la historia de la pintura chilena a través de una colección de casi 2.050 cuadros sobre la historia de Chile
Esta galería ofrece el mejor panorama de la historia de la pintura chilena. Su colección incluye casi 2.050 cuadros y abarca toda la historia reciente de Chile: el periodo colonial (la mayoría de los autores son anónimos), el inicio del siglo XIX (con José Gil de Castro, Mauricio Rugendas o Ernesto Charton, considerados como los iniciadores de la pintura nacional chilena), los precursores del paisajismo (entre ellos Ramírez Rosales o Antonio Smith) y el periodo de madurez de la pintura chilena y cuyos representantes son Agustín Raya, con su soberbia Niña del Cántaro, o Subercaseaux o Pedro Lira. También se dedica mucho espacio a los movimientos pictóricos del siglo XX, ámbito en el que este museo es quizás el más rico de Chile: la 13ª generación, el movimiento Montparnasse, las generaciones 28ª y 40ª. Las exposiciones temporales permiten a los visitantes conocer a los artistas chilenos de hoy.
Presencia de América Latina. En el vestíbulo de la Casa del Arte de la universidad se encuentra un enorme mural que ocupa una superficie de 250 m². Está hecho completamente de acrílico especial, un material que resiste el paso del tiempo, ya que el mural nunca ha tenido que ser restaurado. El terremoto de 1960 -que devastó el sur de Chile y sus ciudades más importantes, entre ellas Concepción- provocó una enorme corriente de solidaridad de toda Sudamérica, especialmente de México, que donó muchas escuelas a Chile. La Universidad de Concepción y el mural que la adorna son probablemente los símbolos más bellos de la solidaridad mexicana. En esta ocasión, México decidió organizar un concurso en honor al muralista Clemente Orozco, cuyo ganador realizaría el mural de la Universidad de Concepción. Jorge Gonzales Camarena ganó el premio y, con la ayuda de tres compañeros mexicanos y dos chilenos (Eugenio Brito y Albino Etchegarria), pasó casi cinco meses creando esta grandiosa obra. El mural, que ilustra los orígenes del pueblo sudamericano, debía ser una alegoría de la atormentada historia de este continente, tantas veces relegado a un segundo plano, expoliado e incomprendido, pero cuyo aliento creativo y magnetismo poético nadie pudo apagar. Así, Presencia de América Latina simboliza la unidad cultural que trasciende a sus pueblos.