NOMMOS TANGER
Justo en el puerto deportivo, este restaurante-bar-lounge goza de una ...leer más
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Los cafés abren temprano por la mañana, algunos a las 6.00 o 6.30, para servir el desayuno a madrugadores y noctámbulos. Cierran al anochecer, a veces más tarde. Todo depende de los deseos del propietario.
En una pequeña cafetería de Tánger, el precio de un té a la menta o un café cargado no debe superar los 10 DH. Los precios pueden subir si estás en un establecimiento de lujo o muy turístico.
Aunque en teoría están abiertos a todos, los cafés tradicionales suelen estar frecuentados exclusivamente por hombres. Si eres mujer, y además solitaria, puedes sentirte incómoda.
Los habitantes de Tánger están acostumbrados a las terrazas de los cafés. Los hombres van allí a leer el periódico, jugar a las cartas o al dominó y tomar té a la menta. Las mujeres de clase media y acomodada acuden con sus hijos a las heladerías de la cornisa.
Los niños son bienvenidos en todas partes, siempre que vayan acompañados de sus padres. A excepción de los bares que sirven alcohol, donde su presencia sería muy inapropiada.
Una ley de 1991 prohibía fumar en lugares públicos. Pero como nunca se aprobaron los decretos de aplicación, la ley quedó en papel mojado. Como consecuencia, cada establecimiento hace lo que le da la gana.
No hay "timos" como tales en los cafés o salones de té. El único inconveniente, como en cualquier otra parte del mundo, son los elevados precios que se cobran en ciertos establecimientos turísticos o de lujo. Se paga por ver (y ser visto).