MEZQUITA DEL EMPERADOR (CAREVA DŽAMIJA)
La mezquita más antigua de Stolac, con un alminar de 25,8 m de altura y un pórtico sostenido por diez columnas.
Erigida en 1519, fue el alma del casco antiguo hasta que fue destruida completamente el 22 de agosto de 1993. Reconstruida siguiendo el modelo original entre 2001 y 2004, vuelve a ser el centro del antiguo barrio otomano de Čaršija (barrio del mercado), cuya reconstrucción terminó en 2015.
Historia – Entre las más viejas mezquitas del país, la ciudad actual se edificó a su alrededor en el siglo XVI, junto con la čaršija, el barrio del mercado. La mezquita es conocida con varios apodos: Čaršijska džamija (mezquita de Čaršija), Stari mesdžid (antigua mezquita) o džamija jedanaest direka (mezquita de las once columnas). En cuanto a su nombre oficial, mezquita del Emperador, se le dio en honor de Selim I (reinó entre 1512-1520), que, como muchos otros sultanes otomanos, se consideraba el sucesor de los emperadores bizantinos.
Complejo de la mezquita – Cerca del lugar de culto se encuentran varios elementos. En primer lugar, el mekteb (escuela coránica para niños) en una vivienda situada en la esquina oeste. Luego está el harén. Este término derivado del árabe harâm hace referencia a lo tabú y, al mismo tiempo, también a lo sagrado. Se trata de un patio cerrado, a la manera de un claustro, por los cuatro lados. Incluye también un cementerio, una gusulhana (sala donde se prepara los cuerpos de los difuntos), un pozo, la fuente para las abluciones rituales antes de la oración y, finalmente, la mezquita.
Mezquita – Está cubierta por un tejado de doble vertiente cubierto de piedra (terminado en 2014), un tipo de cobertura inusual para una mezquita. Su minarete mide 25,8 metros de altura. El porche está pintado con motivos vegetales típicos del arte islámico del siglo XVI. Está sostenido por diez columnas, cuya cifra simboliza los dedos de las manos de Dios. El interior sólo cuenta con una sala con paredes de yeso pintadas en blanco de 9,18 metros de ancho por 16,37 metros de largo y con una altura de 4,42 metros. Pero los espacios rituales están acondicionados por las once columnas de madera que sostienen los dos mahvils (estrados en los que se sitúan el muecín o el imán durante la oración). El número de columnas evoca los once imanes sucesores espirituales y políticos de Mahoma, el duodécimo imán que sigue vivo en «ocultación», escondido en un mundo invisible. Encontramos este mismo esquema en las mezquitas más antiguas del país, como en Prusac (Bosnia Central). Este símbolo revela la influencia del islam gnóstico de las confesiones sufíes que adoran a los Doce Imanes, a diferencia de los suníes, mayoritarios entre los musulmanes del país.