FORTALEZA NARIKALA
Fortaleza con murallas almenadas que domina el acantilado, sede del palacio real hasta el reinado de David el Constructor.
La vieja ciudadela de Tiflis domina con orgullo toda la ciudad. Está estratégicamente situada sobre un acantilado de la colina de Sololaki, encima del Jardín Botánico. Es un símbolo defensivo de Tiflis, y a lo largo de su historia cambió a menudo de manos. Antiguamente se llamaba Dedatsikhe, la «fortaleza madre», luego Kalas Tsikhe, «fortaleza de Kala», y finalmente, a partir del siglo XVIII, Narikala. Existe al menos desde el siglo IV, pues se sabe que fue tomada por los persas en aquella época. Así pues, es anterior a la ciudad; fue reforzada por los reyes georgianos tras haber hecho de Tiflis su capital. Sus muros datan en realidad de épocas diversas; incluso pueden verse fotos de principios de siglo en las que tenía muchos menos que en la actualidad.
La iglesia de San Nicolás, en el interior, fue construida recientemente en el mismo emplazamiento donde antaño hubo la iglesia de igual nombre, que explotó en un accidente con la munición de la guarnición rusa en 1827. Es muy aconsejable subir, sobre todo cuando hace buen tiempo (hay unas vistas magníficas del Gran Cáucaso), ya que la panorámica sobre Kala y Metekhi es soberbia. Para subir, puede girar a la derecha después de la mezquita o bien tomar la carretera para los coches desde Meidan, justo a la derecha después de la iglesia armenia.
Posteriormente puede pasear por la colina de Sololaki; desde el exterior, hay que bordear la fortaleza por la derecha (hay muchos árboles de los deseos) y tomar el sendero que discurre suspendido sobre el casco antiguo. Se llega así hasta la estatua de Kartlis Déda, Madre Georgia.