BAÑOS TERMALES DE ANTONIN
Si tuviera que ver un solo yacimiento arqueológico en Cartago, sería éste Las Termas de Antonino son de gran belleza. Primero se accede al recinto atravesando un gran parque arbolado. Un poco más allá, la vista de los baños y de la alta columna conservada es impresionante, con el turquesa del mar de fondo. Los baños datan del siglo II d.C. En términos de tamaño, son los restos más impresionantes de la Cartago romana y los terceros más grandes del mundo romano después de los de Caracalla y Diocleciano en Roma. Hoy en día sólo queda la parte subterránea y algunos restos. La columna del frigidarium (de 15 m de altura), una de las doce que antaño sostenían los techos de las propias termas, ha sido enderezada, lo que permite apreciar el esplendor y la grandeza del edificio termal. El terreno se extendía sobre 16.000 metros cuadrados y, cuando se utilizaban, los baños podían albergar entre 200 y 300 personas a la vez. Se puede imaginar que los romanos venían aquí a bañarse, pero también a aprovechar las numerosas comodidades del lugar. Alrededor de los baños termales, había tiendas. Este emplazamiento, ahora en ruinas, era un gran centro de ocio y descanso, pero también de negocios. Los romanos venían aquí una vez a la semana y se quedaban desde una hora hasta medio día. Las Termas de Antonino eran un lugar de higiene pero también y sobre todo de vida cotidiana. Una visita que no debe perderse durante su viaje a Túnez