ACROPOLE
Cómo llegar y contactar
Al noreste del tell, dominando la ciudad, la acrópolis presentaba a sus visitantes dos templos principales, uno dedicado a Baal y otro en Dagon. Estas enormes construcciones eran visibles desde el puerto. Hoy, de estas ruinas descritas, se ve el mar cercano y las vistas llegan hasta el hotel Meridien. Las anclas de los barcos estaban cubiertas hasta el santuario de Baal, dios de la Orage. Se le dedicaron ofrendas, a veces para que sus collares no desencadenaran las tormentas dañinas para la navegación, para pedir la lluvia necesaria para las culturas.
Como indican los esteles del templo de Dagon, compartidos entre el Louvre y el museo de Alep, se sacrifican animales a este dios, en honor a los muertos. En la casa, llamada del sacerdote-mágico, al sur de la acrópolis, encontramos numerosos hígados de animales en arcilla. Sacerdotes devorados, llamados aruspices, examinaban las entrañas de las víctimas y de los animales para extraer sus presagios.