MERCADO DEL PUERTO DE MATHURIN
Mercado portuario con una pequeña terraza para tomar una copa o una comida ligera en Port Mathurin
A las 11.30 de la mañana, todo está prácticamente terminado Los vecinos de Maréchal, La Ferme, Saint Gabriel y alrededores recogen sus cosas y ya casi no queda nada de los artículos de fibra tejida, hierbas, especias, frutas, verduras, repostería, mermeladas, conservas y demás productos locales que cada vendedor se había encargado de exponer en la zona correspondiente a su tipo de producto.... como en los tiempos en que el bazar se celebraba en la calle, antes de la construcción de este espacio cubierto que, milagrosamente, no ha perdido nada de su encanto original y se ha mantenido acogedor, colorido y lleno de vida. Tal vez la magia resida en el aroma de las hierbas y frutas recién recogidas, la melodía de acordeón que flota en la brisa marina, el concurso de tocados y las caras que se alinean detrás de los puestos repletos de productos locales de Rodrigues...
En las afueras, como en una hilera de cebollas, se sitúan los puestos de carne, aves y pescado, parcialmente refrigerados. En el centro están los hortelanos, en una gran sala abierta a los cuatro vientos, donde cada vendedor tiene un "carré" (puesto) alquilado para todo el año, donde expone los productos de su huerto. A su alrededor, tarros, pasteles, ouritas secas, pimientos, etc., de Leonita Perrine de Citron Denis, Yolande Bégué de Soupir, Doloresse Clair de Anse Raffin... sin olvidar el delicioso pan de especias de Manon Delly.
Sí, todo es muy alegre, y estamos encantados de dejar pasar las horas...
En un rincón, una pequeña terraza invita a tomarse una copa o a comer algo ligero, ya que todo es muy barato (unas 100 rupias un salteado de pollo, una rougaille de ourite, un biryani... y sólo 15 rupias un huevo asado). A unos pasos, se puede comer al aire libre en las mesas y bancos de los vendedores ambulantes instalados en una plaza de tierra.
Consejo práctico: si no se vive en Port Mathurin, conviene llegar al mercado de los sábados en autobús local, algunos de los cuales salen muy temprano por la mañana. Hay que madrugar mucho, pero los vehículos van repletos de gente de Rodrigues cargada con enormes cestas de fruta y verdura, ¡así que es un auténtico cambio de aires!
Cabe señalar que, aunque cada vez es menos frecuente, los Rodrigueses menos afortunados siguen yendo al mercado a pie, cargando sus productos a la espalda. Los de la zona oeste tienen que salir hacia medianoche para llegar a tiempo a la apertura y tener más posibilidades de venderlo todo.
D'excellents condiments.