CIUDADELA SAINT-TROPEZ - MUSEO DE HISTORIA MARÍTIMA
Este museo es una fortaleza que permite conocer la saga de los marineros de La Tropez en todos los mares del mundo.
La Ciudadela
Desde 1589, la Ciudadela corona la ciudad, tras las obras de la colina de Moulins, dirigidas por el mariscal de Villars. Esta fortaleza fue destruida seis años más tarde, antes de que a principios del siglo XVII el ingeniero militar Raymond de Bonnefons realizara nuevas obras defensivas en el mismo emplazamiento. La actual torre del homenaje de la ciudadela, una torre hexagonal que rodea un patio interior al que se accede por un puente levadizo, se terminó en 1607. Unos años más tarde se construyó una muralla alrededor del bastión. Durante siglos, fue el elemento defensivo más importante entre Antibes y Tolón, y sigue siendo uno de los únicos monumentos de su tamaño en la costa del Var. Durante la Primera Guerra Mundial, la ciudadela sirvió de campo de internamiento para prisioneros alemanes, antes de ser ocupada por tropas italianas y alemanas en 1942. Durante el desembarco en las playas del Mediterráneo en agosto de 1944, la ciudadela y la ciudad fueron liberadas por las tropas aliadas y el 1er Ejército francés. Puede visitar la ciudadela de dos maneras. Ver el paisaje, el fuerte y recorrer el museo en 45 minutos. O bien, el museo está diseñado de tal manera que se puede permanecer durante 3 horas, con 2 niveles de lectura. Cada sala (hay 21) tiene su propio tema e historia.
Museo de Historia Marítima
En la hermosa torre del homenaje de la fortaleza, los visitantes pueden descubrir la saga de los marineros de La Tropez en todos los mares del mundo, como los del capitán Annibal Bérard en Zanzíbar o el capitán Morello en la costa del Índico. En la planta baja, los visitantes pueden conocer las actividades marítimas locales, como la pesca, la navegación costera, la construcción de torpedos y la escuela de hidrografía que formó a cientos de capitanes en el siglo XIX. En la planta superior, el museo ofrece a los visitantes la posibilidad de viajar a los cuatro puntos cardinales en compañía de marineros locales. Viajes a Oriente en el siglo XVIII, a las costas de África y la India a bordo de los grandes barcos de madera de tres mástiles del siglo XIX, y campañas alrededor del Cabo de Hornos y en buques de guerra son sólo algunos ejemplos. En una escenografía moderna que deja mucho espacio a la interactividad, los visitantes se sumergen en una historia marítima poco conocida a través de unos 300 objetos repartidos en 21 salas. El recorrido finaliza en la terraza del calabozo, con salas dedicadas a la navegación a vela y a motor, y una vista privilegiada de la región.
D'abord, elle domine la ville et offre une vue somptueuse sur la baie.
Ensuite, elle représente une extraordinaire forteresse défensive avec son enceinte, ses bastions, son donjon, la terrasse aux canons et le cachot.
Et enfin, le musée d'histoire maritime, installé dans le donjon avec ses 11 salles chacune dédiée à un thème particulier, la pêche, le cabotage, les torpilles, le chantier naval, les grandes figures de l'histoire tropézienne, le commerce...
Il faut prévoir à minima, 3 heures pour tout voir , mais pour la somme modique de 4€.