Restaurante con carácter y terraza abierta donde el chef cocina productos frescos con originalidad
La escalera, diseñada por un maestro cantero, que adorna el comedor principal, marca la pauta. Maryvonne Banon le da una calurosa bienvenida a este restaurante con carácter. Una segunda sala da a una terraza abierta cuando hace buen tiempo, y arriba hay otra sala disponible para pequeños seminarios. El Chef Emeric Banon utiliza únicamente los productos más frescos para crear sus platos, con un toque de originalidad y una presentación gastronómica impecable. Tras el "plato de la impaciencia", llega el momento de los entrantes: risotto Arborio, mollejas, shiitake y rebozuelos, o por qué no un salmonete sobre queso de cabra templado y pistou, con ensalada mesclun. El placer continúa con un filete de lubina de nuestras costas, emulsión de pistilos al azafrán o un filete de venado con membrillo. Quesos y/o dulces con un sablé bretón, mousse negra, frutas exóticas o un soufflé caliente con clementinas y mandarina imperial. Si es más aventurero, salga de los caminos trillados y déjese guiar por el chef y su famosa "carta blanca", que le permite, según la fórmula elegida, degustar de uno a cinco platos, acompañados de copas de vino y concluidos con un café servido con mignardises.
Avons choisi le menu surprise concocté par le chef et c'était vraiment délicieux
Un grand bravo pour le chef
C'est savoureux, fin et gourmand
Nous reviendrons avec beaucoup de plaisir