El simpático chef del restaurante ofrece platos bien cocinados y sabrosos con vinos locales a precios asequibles en Nantes.
¿Conoce la canción de Jacques Brel? Mejillones y después patatas fritas, patatas fritas y después mejillones, ¿y vino del Mosela? Justo lo que Jeff necesitaba para ser feliz con el Gran Jacques. Aquí, en Nantes, es aún mejor porque es la langosta la que acompañará a las buenas patatas fritas que aquí se cocinan en grasa de buey. Y los vinos son locales, con el Grand Cru de Goulaine como ejemplo. Así que venga a pasarlo bien con la sonrisa de unas mesas acogedoras Nada más entrar en este restaurante, a dos pasos del ayuntamiento, se ve el tanque de langostas, directamente desde Saint-Colomban, en Carnac. Nos hacen pellizcarnos si no hay contacto visual. ¡Langosta azul bretona en circuito corto a precios asequibles! Aquí puede darse un capricho y degustarlo en mitades o incluso entero. Ésta se declina de forma original y sabrosa en versión Lobster Thaï o Lobster Roll, en hamburguesa con pan de brioche de Vendée relleno de carne de bogavante y codiciosa carne deshilachada de la carnicería de las botas camperas. ¿La idea del jefe? ¡Democratizar la langosta! También quedarán satisfechos con las vieiras, un plato de quesos, la salsa chimichurri, ¡el sorprendente Ron Langosta! En resumen, langosta a un precio asequible. Nota: las 2 habitaciones se pueden privatizar. Para fiestas, ¡puedes pedir langosta para la casa!
Merci pour ces bons moments !