CASTILLO DE ARCANGUES
El castillo de Arcangues es un lugar ideal para bautizos, bodas, rodajes, conciertos y recitales.
La familia de los señores de Arcangues, conocida desde el siglo XII, dominó la vida administrativa local sin interrupción desde el siglo XVI hasta el XVIII. El 30 de abril de 1790, los dos hermanos de Arcangues solicitan la abolición de los privilegios en nombre de la nobleza labordina. La casa fue construida originalmente por el señor de Arcangues y Curutcheta en 1150 y desde entonces la misma familia, de padre a hijo -Pierre, Guy, Michel d'Arcangues-, ha vivido en ella y se ha encargado de la renovación del centro histórico de la ciudad, la creación de escuelas, el teatro, etc., y la organización de suntuosas fiestas. El castillo que visitamos hoy es el cuarto, reconstruido en 1900 sobre el emplazamiento del anterior, con este curioso tejado que sobresale sobre ménsulas. Alberga una arquitectura interior de lo más espectacular, así como una colección de grandes tapices de los Gobelinos y Aubusson, muebles Luis XV y Luis XVI, el dormitorio del Duque de Wellington, retratos de familia y cuadros antiguos, enormes bibliotecas periféricas, así como una interesantísima colección de autógrafos de diversas celebridades. Desde 2009, el castillo ha abierto sus puertas con un interesante espacio museográfico, así como una tienda donde se pueden descubrir libros escritos por Pierre, Guy y Michel d'Arcangues. El castillo organiza almuerzos y cenas, así como recepciones privadas. Es el lugar ideal para bautizos, bodas, rodajes, conciertos y recitales. E incluso desfiles de moda. Un marco excepcional.