La colegiata de l'Isle-Jourdain, símbolo de una historia tumultuosa.
La colegiata de Isle-Jourdain ha tenido una historia turbulenta a lo largo de los siglos. La primera construcción en el lugar fue un priorato atestiguado en 1177. Establecida como colegiata en 1318 por el papa Juan XXII, la iglesia albergaba un cabildo de 12 canónigos bajo la autoridad de un deán. La iglesia fue destruida en 1580 por los protestantes que habían llegado con Enrique IV para ocupar la ciudad. Se construyó una nueva iglesia, de la que hoy sólo queda la torre. Por su altura, se utilizaba como torre de vigilancia. Esto no impidió que Georges du Bourg, gobernador de Isle-Jourdain, enviara a sus hombres a arrasar la nueva iglesia en 1585. Tras la promulgación del Edicto de Nantes en 1598, el cabildo hizo construir una colegiata provisional, que fue prohibida para el culto en 1779, por considerarla demasiado peligrosa. Una cuarta versión se construyó en el mismo lugar entre 1779 y 1785, en estilo neoclásico y según los planos del arquitecto tolosano Arnaud Raymond. La financiación se realizó mediante la puesta en marcha de una caja en la que participaron el arzobispo de Toulouse y el propio rey Luis XIV. La Revolución Francesa frenó el desarrollo de la colegiata. No fue hasta 1820 cuando recibió sus ornamentos interiores y mobiliario. La colegiata tiene la rara característica de no tener campanario. Tiene forma de cruz grecolatina de una sola nave. El coro y la nave tienen más o menos las mismas dimensiones, lo que confiere al edificio una agradable armonía.
Elle vaut le détour