Museo de la historia del Catálogo con ocho salas sobre artesanía, agricultura, vida religiosa y cotidiana.
¡Es el emblema de Perpiñán! Aunque parece un pequeño castillo, de hecho es una de las puertas de la ciudad. Construido a finales del siglo XIV (1368), Luis XVI ordenó su remodelación para reforzar su vocación principal, la de un órgano de defensa de la ciudad. Siempre se controlaba su acceso, pues fue en aquel momento cuando se anexionó la puerta de Notre-Dame (1475). Pero el cambio del símbolo de Perpiñán no termina aquí. Por su parte, Carlos V añadió su granito de arena a la construcción. De torre vigía, el pequeño castillo se convertirá en prisión antes de encontrar, en el siglo XX, una vocación más agradable. Bajo sus matacanes, curiosamente extendidos, y su campanario con cúpula rosada, acoge el museo de historia de la Cataluña Norte: la Casa Pairal, que cuenta con ocho salas dedicadas a la artesanía, la agricultura, la vida religiosa y cotidiana. Se descubren piezas de mobiliario únicas, integradas en recreaciones de habitaciones o cocinas de los siglos XVIII y XIX. Antes de irse del edificio, sería una pena no subir hasta la terraza del torreón, a la que se accede tras subir 142 escalones (no hay consenso en cuanto al número). Desde allí podrá disfrutar de un magnífico paisaje de 360° de la ciudad, el Canigó y sus alrededores.