Antigua bodega cooperativa que alberga una colección de obras de pintura figurativa nueva y .
Cérès Franco, crítica de arte y galerista brasileña, eligió, con la ayuda de la Región de Occitania y de su hija Dominique Polad-Hardouin, el País Cátaro para albergar su colección personal. La antigua bodega de la cooperativa vinícola de Montolieu alberga una extraordinaria colección de 2000 obras de nueva figuración pictórica de los siglos XX y XXI. Arte popular sudamericano, art brut, arte naif, arte singular, artistas del movimiento CoBra o autodidactas, el eclecticismo de las obras traduce un gusto exigente e independiente por un arte situado al margen de los grandes movimientos artísticos. Cada año organiza una exposición temporal con un comisario invitado que examina la colección desde su propio punto de vista, a la vez que inicia un diálogo con otras instituciones o colecciones. Exposiciones emblemáticas como «Les voleurs de feu» presentan a artistas marginales, visionarios o singulares, junto a grandes figuras del mundo del arte, como el arte sin fronteras que siempre defendió Cérès Franco.
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