LE VILA REAL
Entre los diferentes menús según el día y la habitación con sus paredes blancas decoradas con chales, no sabemos qué es lo más típico aquí. Pero caemos bajo el hechizo de la terraza, verde y florido como un jardín, y la pizarra anunciando las especialidades de la semana, que son numerosas y eclécticas: feijoada, ternera salteada, pollo con arroz y cabidela.... Relleno de carne, mejillones y almejas sobre un lecho de patatas, el plato huele a vino blanco, perejil, azafrán y limón. Luego habrá un buen postre: una ensalada de frutas, una crema de caramelo, un pastel de pera.... Esta última se derretía y era afrutada con una masa bien cocida, como es costumbre en Portugal - porque habrás entendido, por su nombre, que el lugar está dedicado a la cocina de este país.