Restaurante marcado por la decoración, el menú confeccionado por el equipo y la muy buena relación calidad-precio.
Un decorado firmado por Jean-Michel Willemotte: juego de espejos, mamparo de cristal, paredes de botella y cristalera que dejan entrar el espectáculo de los muelles del Sena. La forma de los espacios diferentes adaptados a los deseos de cada uno. Este restaurante forma parte de una de las mejores relaciones calidad/precio para almorzar en el distrito. Es obra de todo un equipo bajo la batuta de Guy Savoy y de Stéphane Perraud. Es a la carta a la carta de platos como una tarta fina de tomate albahaca, un salmonete asado, una pierna de pulpa (¡existe!) snackada, verduras en wok o un filete de lata asado, vinagreta con despojos y calabazas. ¡Es perfecto!