En 1993, Yves Canarelli retoma el viñedo, la amplía y define las vides actuales, compuestos de syrah, niellucido, vermentinu y granache. En este lugar, se respetan las prácticas ancestrales de la ganadería en la superficie y el barril. Una vez vendimiado y apurado, el vino es elevado en barricos de roble del Allier. El blanco, procedente de la cerda vermentinu, tiene una nariz sutil, delicada, en la que se mezclan aromas frutales y florales. El rojo, procedente de las célebres nielínicas y sirah, desarrolla aromas de frutas negras (grosor, madura) y notas salvajes de maquis. El rosado se elabora a base de jeraccarellino, lo que le confiere una característica aromática en la que dominan notas de frutos rojos y especias. Sorprendentes verdades Amphora en rojo y blanco que dan unanimidad a los enlogos.
Faites attention à vos achats de matière sèche. C'est dommage car quand c'est bon ...c'est bon, quelle déception.
Idem pour deux amis. Pas de suivi des lots sur les étiquettes donc tant pis pour les clients
La dégustation des vins du Clos Canarelli a été elle aussi parfaite.