Gastronomía especialidades locales y vinos Turquía

Inaugurado en 2011, Demirören es un gran centro comercial situado a un paso de Taksim, en la avenida de İstiklal. El edificio, reformado para la ocasión, tiene una fachada blanca y falsamente antigua. Alberga una cincuentena de tiendas, la mayoría de ellas internacionales, así como un patio de comidas y un cine en la planta superior, además de aseos espaciosos y limpios. El principal interés del lugar es su terraza en la parte superior con vistas a la frenética avenida de İstiklal. Aparte de eso, el lugar carece de interés.

Establecida en Eminönü desde 1871, la torrefactora Mehmet Efendi se ha forjado una reputación que sigue creciendo a medida que lo hace la cola de clientes. La empresa, que lleva el nombre de su fundador, participa activamente en la reputación mundial del café turco. Vaya al mostrador fuera de la tienda y escoja uno de los paquetes ya preparados para la venta. Tenga en cuenta que la marca se puede encontrar en todas las buenas tiendas de comestibles de la ciudad y en los supermercados.

Generalmente no muy bien visto, el barrio de Tarlabaʂı, en plena «gentrificación forzada», tiene una mala reputación: crímenes, drogas, prostitución... Sin embargo, cada domingo, este mercado atrae a los lugareños (principalmente a las minorías kurdas, gitanas y africanas), a los estudiantes de Erasmus y a otros «expatriados». El mercado es un verdadero crisol cultural con espíritu rural en el corazón del centro de Estambul. En toda su extensión, el mercado cuenta con una enorme cantidad de puestos de frutas y verduras, pescado, quesos, textiles, etc. a precios inmejorables.

Esta cafetería-pastelería ofrece una amplia gama de deliciosos pasteles y galletas preparados de forma tradicional (es decir, muchas calorías). También puede atreverse con la última moda en Estambul: pasteles de colores que imitan objetos, héroes de dibujos animados o juguetes (a veces incluso un bolso de Vuitton). Es un poco kitsch, pero a los niños les encanta. También es posible pedir una exquisita tortilla o unos sabrosos panecillos de eneldo. Nos ha gustado la original decoración y el espacio de este establecimiento con un espíritu de jardín de invierno.

A diferencia del mercado de Pera, en este solo encontrará pescado. Puede ser interesante ver cómo venden el género en la subasta. Muy cerca del mercado, en el interior de las murallas, hay una serie de restaurantes alrededor de algunas calles peatonales. Un consejo buenísimo: algunos establecimientos, como Küçük Liman, Havuzbaşı o Beyaz, aceptan preparar el pescado que acaba de comprar. Solo pagará el trabajo de cocinarlo y la ensalada.

Esta empresa, reconocida por sus productos lácteos, existe desde 1936. El lugar no parece gran cosa: cinco mesas con algunos taburetes y una o dos mesas en el exterior. Pero no se lo tenga en cuenta, porque el kaymak (crema de leche de búfala) y la mantequilla son excepcionales. Las mermeladas son caseras, ofrecen todo tipo de tortillas y los clásicos del kahvaltı (desayuno) turco. Ofrecen algunos postres durante todo el día, acompañados, por supuesto, de kaymak. Los precios son bastante elevados, pero los productos son de la mejor calidad.

Una cadena que se distingue fácilmente de las demás gracias a un equipo dinámico que parece conocer el negocio al dedillo. Encontrará de todo (precios etiquetados), incluidas las esencias florales: jazmín, rosas, opio... Un consejo: pregunte por los aceites esenciales. La oferta es increíble y a precios económicos en comparación con España. Se ofrecen muchos productos orgánicos, que también se pueden encontrar en los grandes supermercados turcos: Migros, Kipa...

En el nuevo barrio bohemio de Karaköy, este espacio combina la gastronomía turca con la cocina moderna. A resguardo de las miradas y protegido del sol por un muro de vegetación, en un ambiente relajado, se puede comer una ensalada o tomar un café turco, un momento para olvidarse de todo. En Pim, las ensaladas son generosas y excelentes, al igual que los köftes o los falafels, presentados siempre con elegancia y originalidad. El único inconveniente es que el volumen de la música a veces es muy alto en el interior. Mejor vaya a la terraza, que es mucho más agradable en los días soleados.

Este enorme mercado al aire libre sirve a varios barrios y realmente se encuentra de todo, excepto alimentos. Por la parte de Eminönü, hay puestos bien establecidos, mientras que en Beyazıt las mercancías se extienden en el suelo o en pequeñas carretas móviles. Los comerciantes están tan mezclados como los artículos que ofrecen. Búlgaros, rumanos, kurdos, rusos o caucásicos le dan a este mercado un colorido sorprendente.

En funcionamiento desde hace más de treinta años, este café-restaurante cuenta con una decoración acogedora, estilo bistró elegante, y es un lugar ideal para el desayuno, para hacer una pausa o para un almuerzo rápido. Los cafés especiales son interesantes, pero la parte gastronómica no es una cosa del otro mundo. Lo mismo ocurre con la repostería: se queda en lo más clásico. El principal interés del lugar es su terraza en la azotea, con unas vistas impresionantes del Cuerno de Oro, el barrio de Sultanahmet, la pequeña plaza de Tünel y la torre de Gálata. Después de contemplarla desde ahí, casi no es necesario subir a la torre de Gálata.

Fundada en 1918 en el mercado de pescado de Beyoğlu, esta tienda de comestibles es una de las mejores de la ciudad. El nombre de şarküteri (charcutería) puede sorprender un poco, pero en Turquía corresponde más bien a una tienda de comestibles que vende productos locales. No encontrará cerdo, pero sí muchos quesos extranjeros, algunos de ellos españoles. Suministra sus productos a los mejores restaurantes de Pera. Aquí podrá adquirir platos turcos como el yaprak dolma (hoja de vid rellena) o el biber dolma (pimiento relleno).

Este mercado es uno de los más grandes y populares de la ciudad: tiene lugar en el distrito de Fatih todos los miércoles. Fatih es una parte muy conservadora de Estambul, por lo que apenas verá turistas visitando el mercado. Más de 4000 puestos repartidos en varias avenidas y una veintena de calles, por no hablar de los vendedores ambulantes. Por su tamaño, los comercios son muy variados: comida, ropa, utensilios de cocina...

Cerca de la torre Negra (Odakule), es una pequeña cueva de Alí Babá, cuya oferta satisfará a los gourmets más exigentes, desde especias hasta loukoums (dulces turcos). Tiene establecimientos esparcidos por toda la ciudad. La cadena está especializada en frutos secos y es conocida por sus albaricoques. Los precios se muestran claramente y el servicio es muy amable. En cuanto a los loukoums, puede probarlos a su antojo, pero sin duda el que más nos gustó es el de doble pistacho a la parrilla. También hay aceites (en el fondo de la tienda) con unos precios más atractivos que en España.

Polo Pastanesi es tanto una pastelería como un restaurante. Por lo tanto, es adecuado para satisfacer los antojos tanto dulces como salados. El establecimiento se distribuye en tres plantas. Los pasteles y dulces se muestran en el escaparate en la entrada. Los platos más consistentes se indican en la carta. La cocina es refinada y sabrosa. Por lo que respecta a los platos, recomendamos el filete al roquefort y la ensalada de salmón. Y para el postre, o como merienda, opte por una crema de chocolate o un sütlaç (arroz con leche). Los pasteles en forma de animales harán felices a los niños.

¿Cansado de los mercados turísticos donde le abordan cada tres metros? Pues entonces cruce el Bósforo y vaya al distrito de Kadıköy, en el lado asiático. Este enorme mercado, con unos dos mil puestos, es más frecuentado por los estambulíes que el Gran Bazar o el Bazar Egipcio. Aquí podrá encontrar de todo, desde ropa hasta electrodomésticos, comida, ferretería... y todo a precios realmente inmejorables.