HOTEL FLORITA
Una bonita casa de 1888, donde vivió el crítico de arte americano S. Rodman. Si ha sufrido durante el terremoto de 2010, Jean Ruid Senatus y su equipo no han escatimado en aceite de codo para que el hotel Florita vuelva a ser una buena figura. El establecimiento desprende siempre este encanto anticuado que le confiere su escalera de hierro forjado y madera, así como sus galerías azules y blancas en el piso superior, las grandes camas de madera, recubiertas de mosquitera y el mobiliario rústico que ocupa las habitaciones. El arte está en todas partes y numerosos cuadros, a veces sorprendentes, alegran las paredes. El lugar es sencillamente ineludible, y una buena comida o un simple cóctel - Beleque es el maestro del ron sour - en el bar del hotel bastará para conquistar al viajero.
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